Hoy vamos a
tratar una cuestión de máximo interés y actualidad en el autismo, como es la de
las alteraciones en la modulación
sensorial y que en alguna
ocasión habíamos abordado de forma tangencial (podéis leerlo aquí).
Siguiendo
la clasificación de Miller y
otros (2007), los trastornos de modulación sensorial formarían parte de los trastornos de procesamiento
sensorial, junto con las alteraciones
en la integración, organización y discriminación de los estímulos sensoriales.
Se pueden identificar tres tipos de trastornos de la modulación
sensorial (Martínez-Sanchís y otros, 2015):
*Hiperresponsividad:
supone reacciones a estímulos sensoriales desproporcionadamente intensas,
rápidas o prolongadas.
*Hiporresponsividad:
consisten en la falta de respuesta a la respuesta más lenta a determinada
estimulación sensorial.
*Conductas
de búsqueda sensorial, que persiguen experiencias sensoriales prolongadas o
intensas.
El
trístemente fallecido e importantísimo investigador de la UCLA, Ed Ornizt, se refiere a estas
alteraciones en la modulación en el libro de Adam
Feinstein (si quieres saber
más sobre él pincha aquí),
e indica que se dan como respuesta a estímulos visuales, auditivos, táctiles y
vestibulares y que se caracterizan por una "hipo"
o "hiperreactividad" a
los estimulos sensoriales (hiper o hiporresponsividad), así como la búsqueda de
estimulación sensorial. Según este autor, la hiporreactividad
implica ignorar los estímulos auditivos o dolorosos. La hiperreactividad
implica distracción hacia los estímulos ambientales, malestar ante la
estimulación y, de forma paradójica conductas que proporcionan estímulos
sensoriales repetitivos. En todas las modalidades, ese estímulo provoca un
malestar severo o, paradójicamente, la búsqueda de esa forma de información.
A esta
cuestión aporta una visión muy interesante Temple
Grandin, en su último libro "El
cerebro autista" (si
quieres saber más sobre esta obra pincha aquí),
ya que, en lo relacionado con el procesamiento sensorial en el autismo,
plantea que la hiperreactividad
sensorial y la hiporreactividad sensorial pueden ser las dos caras de la misma
moneda (un cerebro que recibe
demasiada información sensorial , con un "yo" actuante que podría
parecer hiporreactivo pero su "yo" pensante ser hiperreactivo, es
decir un exceso de información que hace que la persona se paralice en sus
acciones porque está abrumada en su pensamiento).
La
investigación sobre esta temática ha cobrado tal importancia que A. E.
Lane y sus
colaboradores, se han atrevido a plantear la existencia de subtipos de
procesamiento sensorial en el autismo.
Las
categorías serían las siguientes:
1) Perfil adaptativo con alteraciones
moderadas sin significación clínica en el filtro auditivo (se distrae o tiene problemas de
funcionamiento cuando hay ruido; parece no oír lo que le dicen) y la búsqueda sensorial (saltar de una actividad a otra,
tocar objetos y personas).
2) Perfil
postural inatento, caracterizado por dificultades extremas en el procesamiento
postural y problemas clínicamente significativos en el filtro auditivo y en la
búsqueda sensorial.
3) Extrema disfunción en la
sensibilidad olfativa y gustativa junto con problemas clínicamente
significativos en el filtro auditivo.
Hasta aquí
la primera parte de esta publicación. La semana que viene podréis leer la
segunda.
Bibliografía
Lane,
A.E.; Molloy, C.A. Bishop, S.L. Classification of the childrenwith autism
spectrum disorders by sensory subtype: case for sensory-based phenotypes.
Autism
Research 2014 (7): 322-33
Martínez Sanchís S. Papel de
la corteza prefrontal en los problemas sensoriales de los niños con trastornos
del espectro autista y su implicación en los aspectos sociales. Rev. Neurol.
2015 (Supl. 1): s19-24.
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